¿Cuáles son los efectos positivos de los volcanes?
La actividad volcánica suele concentrarse en áreas de intensa actividad sísmica, es decir, en los límites de placas o en fallas de transformación. Los volcanes en los límites de placas acostumbran a tener una forma de cono empinado y a hacer erupción explosivamente. El resto de volcanes suelen ser más calmados en sus erupciones. La lava de un volcán fluye por las laderas hasta cubrir los valles más próximos, incluidos los caminos y pueblos.
En la actualidad, la previsión de posibles erupciones es mucho más precisa que la de los movimientos sísmicos, ya que se han elaborado mapas sismográficos sobre la historia de cada volcán, estudiando su inclinación, sus propiedades térmicas, variaciones en la composición del gas, etc.
Pero los volcanes también tienen efectos positivos:
Los terrenos volcánicos se caracterizan por ser suelos muy fértiles producidos por la lava.
Un volcán puede convertirse en una importante fuente de energía (geotérmica).
Un efecto positivo más banal (aunque económico) es que suele convertirse en un lugar de atracción turística, sobre todo por sus efectos geotérmicos como géisers o manantiales termales.